En julio la comunidad de Santa Eugenia en Paine se transformó en un espacio de aprendizaje y arte con la realización de dos talleres de mosaicos dedicados a la exploración de los derechos humanos. Estos fueron organizados por el equipo de educación del Memorial Paine en colaboración con Rosa Roa, presidenta de la Junta de Vecinos.
Ambos talleres, dictados Paulina Maldonado Chávez y Camila Cortes Quinteros, tanto el dirigido a niñeces como a adultos, no solo permitieron a la comunidad expresarse artísticamente, sino que también fortalecieron el compromiso hacia la promoción y protección de los derechos humanos, al conocerlos e identificarlos.
Un encuentro con las niñeces
El 1 de julio se llevó a cabo el primer taller, dirigido especialmente a las niñeces. En un ambiente lleno entusiasmo, se invitó a los niños y niñas asistentes a expresar en un papelógrafo sus ideas sobre los derechos humanos, iniciando así una conversación enriquecedora que dio paso a la actividad principal.
Durante el taller, cada participante tuvo la oportunidad de identificar y asociar derechos humanos conocidos con símbolos. Luego, construyeron sus propios mosaicos, trabajando en temas cruciales como el derecho a vivir en un ambiente limpio y natural, a tener una casa, al deporte, a la identidad personal y a la educación. Al finalizar, todos colaboraron guardando herramientas y limpiando mesas, fomentando así el trabajo en equipo y el respeto por el espacio compartido.
Reflexión y creatividad con adultos
El 18 de julio se desarrolló el segundo taller, dirigido a adultos, con la coordinación de Rosa Roa, quien solicitó replicar el evento con vecinos y vecinas tras el éxito del taller para niñeces. A través del mosaico, los participantes exploraron la importancia de los derechos humanos, creando obras que representaban temas fundamentales como los derechos de las niñeces, espacios comunitarios de recreación, el derecho a la vivienda, la identidad rural, el derecho a vivir en paz y en un entorno seguro, y a disfrutar de un medio ambiente saludable y limpio.
Curiosamente, los temas abordados en los mosaicos de ambos talleres reflejaron preocupaciones y aspiraciones similares, tales como el derecho a vivir en un ambiente limpio y natural, el derecho a una vivienda adecuada, y el derecho a la identidad personal y comunitaria.
Los y las vecinas manifestaron que el taller les permitió conocer más sobre los derechos humanos, y destacaron cómo la conversación del equipo y la actividad artística les permitió pasar un momento grato y de reflexión.
Desde el Memorial agradecemos a todos los participantes, y en especial a Rosa Roa, por su apoyo y coordinación. Estas actividades han demostrado el poder del arte como herramienta educativa y su capacidad para unir a la comunidad en torno a los derechos humanos y la memoria.