Martes 08 de julio – En un plan de recorridos impulsado por la RESMYC (Red de áreas de educación de de Sitios de Memoria y Conciencia) el Sitio Memorial Paine, Memorias en Resistencia de Puente Alto, Sitio La Providencia de Antofagasta, visitaron el Ex Cuartel Borgoño, el Servicio Médico Legal y el Cementerio General, específicamente el Patio 29 y el Memorial de personas detenidas desaparecidas y ejecutadas políticas.



En un recorrido por las instalaciones del Ex Cuartel Borgoño, se pudo evidenciar en las condiciones en las que se encuentra el espacio luego de que la PDI se fuera en febrero del presente año, este espacio recientemente pasó a ser del Ministerio de Bienes Nacionales y se dio la concesión por 6 meses, y ya el equipo del memorial está trabajando para ser cedido por más tiempo.

También, se destacó la gestión fundamental de aseo y seguridad del entorno, evidenciando que el espacio requiere de una responsabilidad integral entre las partes. Para potenciar esta labor, Memorial Borgoño está participando en el concurso de fondo del programa social de sitios de memoria, en los componentes uno y dos, para realizar dicho trabajo (lugar que visitamos).



De todas maneras, Javiera Marchant Aedo, sobreviviente del sitio e integrante del equipo de educación, manifiesta su preocupación por todo el trabajo que se requiere para la restauración del lugar:” Hay un equipo que va a avanzar en el trabajo de remoción de escombros, pero para todo lo demás, basura sobre todo, se requiere más equipo”.

Por otro lado, ahondando más en la historia del lugar nos indica: “Se ha trabajado harto por reconstruir la historia, investigando en los archivos, recopilando testimonios. No se sabe una cantidad exacta de cuántas personas pasaron por acá, pero se sabe que podrían ser cientos. Incluso se sabe de hijos que sus madres pasaron por acá mientras le tenían en el vientre”.
Estamos en una situación en la que requerimos con urgencia entrevistas a sobrevivientes de la dictadura. Este año solamente, han fallecido más de tres compañeros sobrevivientes o familiares de sobrevivientes de Borgoño u otros ex-cuarteles. Estas personas no estaban identificados para entrevistas, pero sí gente de la misma generación, por lo que esto es un trabajo que tenemos que hacer ya, y el equipo está en eso, pero se necesitan más manos”


El sitio ya está pensando en cómo sustentar un lugar como este, Javiera agrega: “estamos pensando en cómo adjudicarnos fondos para poder aprovechar al máximo este espacio, poder hacer archivos, una biblioteca, trabajar incluso con la niñez, que siempre le cambian la energía a los espacios, deja de verse gris y da otro color al ambiente, las posibilidades son infinitas”.




¿EN QUÉ SE CARACTERIZA Y CÓMO EL MEMORIAL BORGOÑO ENFRENTA ESTE DESAFÍO?
Borgoño es un lugar muy distintivo, es uno de los espacios que se caracteriza por ser un lugar de represión durante toda la dictadura. Se calcula que pudo haber sido utilizado desde 1973 hasta el 1987-89 aproximadamente. Con el paso de personas extraídas en allanamientos masivos, la cifra puede subir a 200 personas diarias que pasaron por acá.
Camilo Diaz, de educación de Memorial Paine comenta que: “Este es un punto muy central, se puede reconocer todo un circuito que une este lugar y que permite ese nivel de logística, de entrada y salida considerando que estaba cerca la Cárcel Pública y el Cementerio General.

Javiera, en breves lapsos de memoria sobre su caso personal, y entendiendo que ese ejercicio puede ser tremendamente difícil y doloroso para el cuerpo, compartió: “Al pedir los pocos y nada de informes, los entregan con los nombres tapados, todos los nombres de la PDI y DINA que estuvieron involucrados. Aquí existieron víctimas menores de edad. ¿A quienes protegen?, ¿a quienes resguardan?”.
“El acceso a la información es todo un tema. No hay permisos para ver carpetas, se hizo un convenio donde solo puede ser entregado en casos judiciales, es toda una burocracia”.

Camila Cortés, del área de educación de Memorial Paine reflexiona: «La familias y los sobrevivientes son lo que incomodan al Estado. Distintos gobiernos han intentado cansarnos para decir ya no doy más, pero las memorias no están solo en los sitios, sino que también está en la vida cotidiana y en las estrategias educativas que como sociedad, y en particular quienes componemos las áreas de educación al interior de los sitios de memoria, creamos y abordamos de manera transgeneracional.. Y es por eso que como educadoras en memoria y DDHH tenemos un enorme desafío de trabajar día a día estas temáticas con grupos muy diversos”.

La visita culmina con el ánimo de unir esfuerzos por levantar este espacio con mucho potencial, muchos lugares que pueden ser transformados, puede ser una gran casa cultural, trabajar con organizaciones, levantar talleres, son muchas las posibilidades. Y es por eso que se hace un llamado a los sitios de memoria, a las organizaciones a que se sumen a este desafío por levantar un lugar donde podamos levantar proyectos que contribuyan al trabajo de memoria y DD.HH.

EL RECORRIDO CONTINÚA
En el Cementerio General de Santiago, tras visitar algunos mausoleos y lápidas que forman parte del patrimonio histórico y arquitectónico del país, se emprendió camino hacia Patio 29, un espacio que queda en los límites del cementerio, con un hermoso paisaje que hoy, gracias a la frondosa naturaleza característica de esta época del año, puede verse con más vida, pero esconde una cruda historia.

Este sitio, declarado monumento histórico en 2006, fue utilizado por la dictadura cívico militar que, en articulación con el Cementerio General y el Servicio Médico Legal, se propuso hacer desaparecer cientos de cuerpos de personas asesinadas mediante inhumaciones ilegales durante los primeros meses tras el golpe de estado de 1973 al interior de fosas comunes, que en su origen histórico en 1953, tuvieron como objetivo ser la última morada de personas en situación de calle, pacientes psiquiátricos y personas sin documentos de identificación.
En su interior solo se ven cruces con un “NN” oxidadas por el paso de los ya 52 años que han transcurrido desde la instauración de la dictadura cívico militar en el país. Los espacios de ausencia que lo componen son una muestra de cómo la desaparición forzada ha sido utilizada por los Estados Latinoamericanos, incluyendo el Chileno, como crímenes de lesa humanidad de manera sistemática contra la población civil.


La emoción se hace presente en los rostros de quienes acompañan la ruta, y en un acto de amor y memoria se vierten claveles rojos en el sitio acompañados de la narración testimonial de Camila, quien es familiar de una de las alrededor de 1200 personas que pasaron por el lugar.
Como Memorial Paine junto a la AFDDyE Paine, cuyas históricas luchas por los DDHH lograron que se comenzara a evidenciar la desaparición forzada de sus seres queridos en Patio 29 gracias las primeras denuncias realizadas desde 1979 en la Vicaría de la Solidaridad, recordamos a: Pedro Vargas Barrientos, Patricio Duque,Hernán Albornoz Prado, Juan Albornoz Prado, Luis Cadiz Molina, Luis Lazo Maldonado, Mario Muñoz Peñaloza, Jorge Pavéz Henriquez, Roberto Serrano Galaz y Luis Gaete Balmaceda



Toda esta experiencia, recuerda y cala profundo el sentido del arduo trabajo por la memoria y pasado presente, se vuelve un espacio de reflexión, contención fraterna entre equipos que dan su joven vida a reivindicar los DDHH. Quienes en muchos casos, enfrentan el doble dolor de la experiencia propia y familiar, y la historia local de sus territorios.


Un trabajo que no podría ser más que una militancia férrea por los DDHH en sí, algo que mueve todo el sentido de la existencia, el pensamiento crítico y político y que da forma a la sustentación de toda una historia hasta el día de hoy.

El objetivo es claro, y quienes integran RESMYC lo recalcan: “Más personas tienen que concientizar esto, la historia, lo vivido es lo que refleja nuestra sociedad hasta el día de hoy, porque vivimos como vivimos, porque las cosas funcionan como funcionan, todo ha tenido su por que, y es lo que queremos evidenciar y transmitir a toda generación. Las juventudes tienen que hacerse cargo de continuar con esta labor, tomar roles protagónicos en la defensa y promoción de DDHH, es nuestra responsabilidad histórica”.
