Con dos instancias en los espacios de Memorial Paine, durante el mes de junio, nos hicimos parte de la conmemoración del mes del orgullo, fueron dos jornadas llenas de emotividad que destacaron los testimonios en torno a la identidad, sus anhelos, vivencias y demandas.
El año pasado se incorporó esta conmemoración dentro del calendario anual de actividades, aunque hemos promovido desde hace varios años el Día Internacional de la Visibilidad Trans, porque nos reconocemos como un espacio de derechos humanos que busca entrever memorias que históricamente no han sido reconocidas como protagonistas de procesos de transformación social, política y cultural, y nos parece fundamental relevarlas, hacernos parte de ellas y propiciar espacios donde se vinculen con las luchas del presente, donde las diversidades y disidencias son esenciales para entender y trabajar por la igualdad y la vida digna para todas, todos y todes.
La primera instancia fue la segunda edición de un taller de bordado “Sin derechos no hay orgullo” realizado por la artista textil disidente Catalina Cortes, con apoyo de Camila Cortés, educadora en Memoria y Derechos Humanos del equipo Memorial, donde se convocaron personas y sus familias que pertenecen a las diversidades sexogenéricas de Paine y que resultó en una actividad íntima y emotiva, llena de anécdotas, emociones y un intercambio de experiencias intergeneracionales sobre cómo cada persona que asistió vive su identidad de género, los apoyos que han valorado, principalmente de sus familias, para seguir adelante en ese hacerse un espacio en la sociedad exigiendo respeto y reconocimiento. Este taller tuvo como objetivo visibilizar y reivindicar a través del arte textil las luchas históricas de la comunidad LGBTQI+ desde la perspectiva de los derechos humanos, así como situar a Memorial Paine como espacio seguro para quienes la integran.
La segunda instancia, realizada el pasado sábado, tuvo una convocatoria abierta, y fue diseñada y difundida en conjunto con José Luis López, trabajador social, fundador del Colectivo Homosexual Liber H e histórico vecino de Paine.
Se dio inició con la presentación del documental “Las locas del 73” que generó diversas emociones con los testimonios que iban apareciendo, entre las personas presentes en la proyección; al finalizar el documental se pudieron entregar los emotivos reconocimientos a Jorge Sánchez y el reconocimiento póstumo a Guillermo Guajardo, que fue recibido por su hermana Ana Guajardo. Con estos reconocimientos también quisimos comprometernos a seguir visibilizando las memorias de las diversidades sexogenéricas de Paine, en las próximas conmemoraciones que organicemos y nos hagamos parte, porque sabemos que ellos dos no son los únicos que inspiraron a vivirse con orgullo y sin miedo en la comuna.
Un siguiente momento fue el conversatorio que se desarrolló a partir del documental y de los temas presentados allí. Contó con la intervención de Victor Hugo Robles “El Ché de los gays”, codirector de la obra, periodista y activista de la diversidad sexual, quien conversó sobre el proceso de creación, la relevancia de destacar las memorias presentadas allí, como las demandas de las víctimas de la dictadura cívico militar en torno a las vulneraciones vividas por su identidad de género y orientación sexual. Luego, José Luis López conversó sobre la participación de las diversidades en la organización de las primeras protestas en democracia y su participación en organizaciones más políticas desde su identidad. Finalmente, Camila Cortés, educadora en memoria y derechos humanos en el equipo de trabajo de Memorial Paine, y en su presentación hizo referencia al trabajo que se hace desde el espacio en materia de diversidades y disidencias desde hace 3 años con las diversas comunidades con las que se trabaja en distintos formatos, como talleres de mosaicos, talleres de bordado y participación en festivales.
Las personas que asistieron agradecieron el espacio, y destacaron la importancia que desde la política local se incorporen estos temas y que sean las mismas personas de la diversidad quienes lo promuevan y gestionen, además de considerar que el encuentro intergeneracional es esencial para seguir trabajando por sus derechos.