Destacamos el reciente Taller de Mosaico que impulsamos junto a personas que reciben atención de salud en el Centro de Salud Familiar (CESFAM), de Hospital, iniciativa que da cuenta del profundo sentido y valor que el arte -en este caso el mosaico- tiene en el desarrollo y bienestar de las comunidades.
Coordinado con del Consejo de Desarrollo de Agentes Comunitarios Salud Mental Paine, la Unión Comunal de Paine, el taller fue desarrollado por el Área de Educación de Memrial Paine y contó con la participación de 11 personas que reciben atención de salud en los centros de salud primarios de la comuna.
En esa dirección, la jornada consistió en la creación de un mosaico individual en el que cada participante pudiera relevar y destacar un derecho fundamental la necesidad de hacerlo palpable y cotidiano, y se inscribió en el Taller de Historia del CESFAM Dr. Raúl Moya, de Hospital.
“El taller nace para pacientes del área salud mental del CESFAM. Ellas son derivados a este taller por los médicos tratantes, terapeutas”, explica Graciela Zumaeta, integrante de la Unión Comunal y entusiasta gestora y coordinadora del taller desarrollado el pasado viernes.
“Nosotros vamos trabajando y por lo general van cambiando las personas, pero la mayoría se queda. Es decir que cuando las dan de alta ellas siguen, no se quieren ir”, cuenta a la hora de describir el resultado de los distintos talleres que han venido impulsando desde hace casi dos años.
“Este taller vamos a cumplir dos años. Siempre estamos pidiendo taller, para que reciban ayuda, para que puedan salir de sus casas y sus ambientes… de eso se trata de estar constantemente ayudándoles”, precisa la dirigenta.
Inquietudes y demandas tales como mayor conectividad de transporte local, las horas de espera, acceso a salud para la tercera edad, recuperación y cuidado de espacios para la recreación, esparcimiento y el deporte, el cuidado del medioambiente, fueron parte de los temas que las personas que participaron del taller plasmaron con dedicación y entusiasmo en sus creaciones.
“Estuvo excelente, les gustó mucho y quieren repetirlo. Les encantó, estaban muy concentradas, en silencio trabajando… les encantó, y eso que faltaron personas, unas seis o cinco, que no pudieron asistir”, comenta Graciela Zumaeta.