Creer en lo que somos. No dudar en seguir, a pesar de las adversidades y la mezquindad. No dejarnos intimidar por los verdugos de siempre y sus añejas artimañas para atemorizar, sigue siendo el reto: firmes como ayer y siempre, para seguir bogando por la memoria y la justicia.
Esa sensación, además de latente desafío, nos deja la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos que impulsamos el sábado 10 de diciembre último, junto a organizaciones sociales de Paine.
Bajo un sol en furia, la consigna Vivamos nuestros Derechos se hizo piel durante una jornada que se vistió de distintas expresiones artísticas y puso de relieve la memoria viva de los 70 Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Paine.
Ciertamente, no pasamos por alto rendir un sencillo y sentido homenaje en memoria de la madre de Víctor Zamorano (Detenido Desaparecido de Paine), María González, quien falleció la madrugada del sábado. Hoy lo replicamos.
El encuentro contó con música, teatro y distintos talleres, además de una feria informativa en la que colectivos y organizaciones compartieron con la comunidad sus luchas en torno a distintas problemáticas que nos aquejan.
La lucha contra los agentes nocivos que dañan el medioambiente tuvo lugar con el juego de Voz Futuro destinado esta vez a las niñeces. El agua, las semillas, la inclusión, las luchas de género, entre otros temas, guiaron los diálogos que se dieron durante la jornada.
Y si de vivir nuestros derechos se trata, la actividad fue también la oportunidad para distinguir a quienes destacaron con su participación en el concurso de fotografía Una foto, un derecho no un revés, que organizamos como espacio este 2022.
Desde Memorial Paine saludamos a cada una de las organizaciones que se sumaron a esta importante conmemoración. Nuestra gratitud por mantenernos juntos en la tarea de fortalecer el trabajo de la comunidad en pro de la dignidad y el ejercicio de nuestros derechos.
Agradecemos el canto de Negro Alberto, Claudio Rodríguez, Margarita Calderón y Rosita Romero. Nos regocija la belleza de la presentación en formato de narración teatralizada -a cargo de “Las Remolineras”- del libro “Soñando con Wallmapu”, de Carolina Quezada. Gracias por la alegría que pusiste a nuestros corazones, “Feñita Payaso”.
Vaya también nuestra gratitud para “Puwerken”, agrupación musical que nos compartió la Cantata del padre André Jarlan, sacerdote asesinado durante la dictadura en la población La Victoria. Sin duda alguna, una creación de profundo sentido de memoria y que fue dedicada a los 70 de Paine.
La tarea sigue. Juntos a seguir remando por justicia y dignidad, que la memoria no se intimida ni se rinde.