Tania, Ingrid y Rodrigo, directores de la Corporación Memorial Paine, despedimos con amor y admiración a nuestra compañera Graciela Chávez Sandoval.

Graciela fue una de las personas que estuvo en este proyecto desde un comienzo, que creyó firmemente en su relevancia y ayudó a materializar esta idea. Luego se desempeñó por más de 10 años como parte del directorio de esta Corporación. En todos estos años entregó generosamente toda su experiencia y dedicación para mantener viva la memoria de quienes recordamos en este memorial y para mantener vigente la lucha por el respeto de los derechos humanos en nuestro país.

La recordaremos siempre con su sonrisa y su optimismo frente a todas las circunstancias que le tocó vivir, con su convicción y compromiso para defender lo que creía importante; con su amabilidad y cercanía para acoger a quienes nos fuimos integrando a este hermoso proyecto. La recordamos como una mujer luchadora y sabia, una mujer valiente y generosa.

Estamos seguros que, con otras palabras y recuerdos, familiares de la Agrupación, socios/as de la Corporación, trabajadores/as del Memorial y todos quienes conocimos a Graciela compartimos esta sensación ambigua de dolor por su pérdida y alegría por haber sido parte de su vida y haber aprendido tanto de ella.

Esperamos de todo corazón que la inspiradora fuerza de Graciela ayude a Juan Leonardo, su compañero de vida, nuestro amigo y director ejecutivo, a sobrellevar estos momentos tristes,  de lágrimas necesarias. También a sus hijos Alexia y Emerson, así como a su familia y a todos sus cercanos.

Nada podrá reparar la ausencia de Graciela en sus vidas. Pero la convicción con que es y será recordada, respetada y admirada por tanta gente, seguro será un pensamiento alentador.

Como sitio de memoria sabemos que solo el olvido puede matar. Por eso recordamos.

Graciela, siempre te recordaremos.