El domingo 14 y el sábado 20 de octubre fueron días de conmemoración en Memorial Paine. Se trata de dos localidades alejadas, de propiedad privada y de complejo acceso donde, militares acompañados de civiles detuvieron ilegalmente a distintos grupos de hombres paininos. Luego procedieron a ejecutarlos y abandonaron sus cuerpos en dichos espacios. Año a a año, las familias llegan a estos lugares a reconocer su lucha y rendirles un sentido homenaje.

Al borde del estero en Cullipeumo

A los que creen que el tiempo borra la verdad
o creen que el tiempo cambia la verdad(…)
que sepan que el tiempo sólo pule la verdad
para quienes no aceptan vivir sin la verdad”
(Hernán Montealegre)

El 14 de octubre conmemoramos los hechos ocurridos en Cullipeumo, lugar de ejecución de cuatro campesinos: Carlos Chávez, Raúl Lazo, Orlando Pereira y Pedro Ramírez, además del homicidio frustrado de Alejandro Bustos González, todos formaban parte del asentamiento Paula Jaraquemada del antiguo fundo San Francisco, perteneciente a la Familia Tagle Román.

Los cincos campesinos se presentaron voluntariamente a declarar el día 17 de septiembre de 1973, luego de la citación por parte de las nuevas autoridades del país. La madrugada del 18 de septiembre fueron trasladados por carabineros y civiles (empresarios camioneros y latifundistas), a propiedad privada, lo que hoy conocemos como la Agrícola la Hornilla de Cullipeumo, en ese momento propiedad de los hermanos Sánchez Cerda en Champa. Luego fueron bajados a las orillas del estero o canal Panamá, donde son puestos en fila, para posteriormente ser ejecutados.

La conmemoración inició con una ceremonia ecuménica realizda por el compañero de la Corporación Memorial Paine, Sergio Allende, quien puso el acento en el simbolismo y la importancia del acto de conmemorar: “Como las madres que quedan solas, hemos llegado a este lugar resistiendo de diversas formas”, afirmó.

Luego se expresaron homenajes a través de la música. Allí la familia Ramírez Guajardo le dedicó a Pedro Ramírez la canción “Pedro Nadie” de Nicola di Bari donde ven representada su vida. Después Carlos Maldonado, nieto de Carlos Chávez, rindió homenaje con “El Cigarrito” de Víctor Jara y, posteriormente, Jenifer Lazo, nieta de Raúl Lazo, a través de un pie de cueca, rescató la identidad campesina que tan bien representa a quienes perdimos y sus familiares.

Seguimos con un espacio para el testimonio y la palabra. Javiera Berrios, sobrina nieta de Orlando Pereira, comenzó sus palabras con una pregunta clave: “¿Qué tan ciega tiene que estar nuestra sociedad para permitirse olvidar los crímenes cometidos contra gente inocente?”. Luego realizó un homenaje a Alejandro Bustos, conocido como “el Colorín” de Paine, el único sobreviviente del episodio en Cullipeumo.

Alejandro resultó herido en un brazo cayó y quedó enredado en las moras antes de caer al agua. Gracias a él se puede constatar la participación de civiles en los asesinatos, como es el caso de presidente del Sindicato Profesional de Dueños de Camiones, SIPRODUCAM, en Paine, Francisco Luzoro: “gracias a su valentía y su garra logró sobrevivir a este intento de asesinato. Además, sin su testimonio no podrían haber dado con el paradero de nuestros familiares y, probablemente toda esta situación habría quedado impune como ha ocurrido en muchas otras partes de nuestro país”, sostuvo Javiera Berrios.

Si bien este relato estuvo muchos años en la impunidad, por primera vez podemos decir que en un hecho histórico, el pasado 17 de noviembre, la Corte Suprema condenó al civil Juan Francisco Luzoro a 20 años de presidio como responsable del homicidio calificado de estos cuatro hombres y el homicidio frustrado de Alejandro Bustos, transformándose en el primer civil en cumplir pena efectiva de cárcel por causa de Derechos Humanos en Chile.

La profunda quebrada en los Quillayes

“No me mata la distancia,
ni la ausencia de un latido,
ni la pena, ni la arrogancia,
sólo me mata el olvido”
(Luis Ortiz).

Y en un paisaje rural como es el sector de Los Quillayes, entre cerros y vegetación, aparecen las capas invisibles de los crímenes ocultos aquí ocurridos. El pasado sábado 20 de octubre se rindió homenaje a 24 detenidos desaparecidos, campesinos, trabajadores de los asentamientos de 24 de abril y Nuevo Sendero de Paine, y comerciantes de Paine Centro, asesinados el 16 de octubre de 1973. Se trató de hombres, que durante las décadas de los 60 y 70, comenzaron a empujar importantes transformaciones sociales en Chile y, mediante sindicatos y asentamientos, permitieron cambiar sus vidas y las de sus familias.

Estos crímenes fueron cometidos por militares provenientes de la Escuela de Infantería de San Bernardo y civiles de Paine, quienes dispararon a los 24 hombres y dejaron sepultados los cuerpos bajo la tierra en la quebrada. Recién el 2007 la investigación encabezada por el entonces ministro en visita, señor Héctor Solís Montiel, dio con la localización exacta de este apartado lugar de ejecución. Por lo mismo, se le realizó un pequeño homenaje. También se recordó al padre Alfonso Baeza, un hombre valiente que defendió la vida y los derechos humanos de muchos hombres y mujeres durante la dictadura cívico militar.

En ese contexto también se contó con un responso a cargo del Padre Daniel Planchot, quién, al igual que el padre Baeza, colaboró activamente en el comité Pro Paz, luchador y defensor de miles de personas perseguidas, además acompaño a familiares de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos. Para el padre “este lugar tan hermoso es un lugar de vida, no de muerte” y que pese a que, aunque intentaron “matar a las personas, nunca podrán acabar sus ideales”. El padre realizó un acto simbólico pidiéndole a cada uno de los familiares que encendiera una vela por la memoria de sus seres queridos y la dejaran bajo las cruces que las familias han dispuesto par identificar el espacio.


En la oportunidad se pronunció la Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparececidos y Ejecutados de Paine (AFDDyE), Flor Lazo, quien se refirió a la importancia de este espacio de Memoria y criticó la poca disposición de colaborar del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior que, anteriormente, apoyaba a los familiares en este tipo de instancias de Memoria, lo que no se ha dado el último tiempo.

Siguieron los testimonios, que en esta oportunidad estuvo a cargo de la ex Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparececidos y Ejecutados de Paine (AFDDyE), Sonia Carreño, quien, con gran romance leyó una carta escrita de puño y letra para esta fecha, dedicada a su esposo, y padre de sus hijos, René Maureira. Finalmente los familiares lanzaron al cielo 24 globos, para demostrar que todo lo que hemos vivido, seguimos de pie, luchando por verdad, justicia y memoria.

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