Se cumplen 17 años desde la apertura del Memorial Paine, un espacio que no sólo recuerda la memoria de nuestros 70 hombres detenidos desaparecidos y ejecutados políticos durante la dictadura militar, sino que también se ha consolidado como un lugar vivo de encuentro, reflexión y acción en torno a la defensa de los derechos humanos, la pedagogía de la memoria, la justicia social y la identidad colectiva de Paine.

Durante estos años, el Memorial ha sido mucho más que un espacio de conmemoración. Se ha convertido en un lugar de memoria viva, donde la identidad rural no es sólo un hecho histórico, sino el corazón de este espacio. En cada mosaico que se encuentra en el espacio, elaborado por las manos de las y los familiares, se refleja la historia de una comunidad que a pesar del temor y el silencio, ha tejido, desde el dolor, una memoria profundamente humana y colectiva.

Este camino no habría sido posible sin la incansable labor de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados de Paine. Con valentía, cariño y dignidad, han acompañado este trabajo de memoria con una fuerza que sigue conmoviendo e interpelando a las nuevas generaciones. Su testimonio ha sido guía y soporte para el trabajo que la corporación Memorial Paine realiza con escolares, siendo un referente en el trabajo con las niñeces y en el vínculo del arte y la memoria en sus propuestas educativas. Así mismo, el fortalecimiento de la relación con las organizaciones sociales, poniendo a disposición capacitaciones y talleres, que aportan a la labor que realizan en sus comunidades. 

Una de las líneas de acción de Memorial Paine ha sido también la de expandir nuestras redes. En estos 17 años, hemos estrechado lazos con otros sitios de memoria, museos y colectivos que, desde distintas regiones y territorios, comparten la convicción de que recordar es una forma de transformar el presente. Desde el sur hasta el norte, nuestras memorias dialogan, se unen y se fortalecen en red. 

Asimismo, hemos asumido que el trabajo por la memoria y los derechos humanos es un compromiso que debe ser inclusivo y transversal. Por ello, el Memorial y su equipo han abierto sus puertas y corazones al trabajo con disidencias sexogenéricas y personas con discapacidad, ampliando sus vínculos y la forma en que se construye una memoria diversa, justa y reparadora. 

Hoy, a 17 años de su inauguración, reafirmamos que Memorial Paine no es simplemente un lugar del pasado, sino que un espacio del presente y el futuro. Un sitio donde las memorias se cultivan como siembra en tierra fértil, donde el dolor se ha transformado en una lucha colectiva, y donde la esperanza florece con los rostros de quienes nunca hemos abandonado la búsqueda de nuestros familiares.

Diego Cabezas Contreras
Coordinador General
Corporación Memorial Paine